Historias de reportero

El otro tapado
Carlos Loret de Mola

Ya hay terna para el nuevo cardenal mexicano. Son obispos mexicanos a quienes sus homólogos consideran idóneos para ocupar la sede del Arzobispado de Monterrey, vacante desde que en diciembre de 2011 el cardenal Francisco Robles Ortega fue enviado a Guadalajara para cubrir la renuncia por motivos de edad del también purpurado Juan Sandoval Íñiguez.
El proceso ha sido encabezado por el nuncio apostólico en México, monseñor Christophe Pierre, en estas etapas:
PRIMERA. El nuncio, como representante del Papa en México, envió a no pocos obispos un oficio que respondieron bajo secreto pontificio (es decir, en la más alta confidencialidad exigida por el Vaticano). Les preguntaba cuál debería ser el perfil del nuevo arzobispo de Monterrey, que con toda seguridad será elevado a cardenal, y solicitaba que arrojaran algunos nombres.
En cuestión de meses llegaron hasta la Nunciatura las respuestas de los obispos consultados, que fueron sobre todo prelados de la zona norte del país —pues trabajarán en natural cercanía con el nuevo purpurado— pero también algunos del resto de la geografía, incluyendo aquéllos que podrían tener alguna animadversión específica contra algunos de los candidatos naturales al puesto. El nuncio contó los votos y tuvo una terna.
SEGUNDA ETAPA. Monseñor Christophe Pierre envía a los mismos obispos consultados la terna para que voten en una especie de segunda vuelta electoral. Los obispos regresan sus sufragios —todo sigue siendo Secreto Pontificio— y éstos son contabilizados en la Nunciatura, que a su vez manda los resultados a la Prefectura para la Congregación de los Obispos en el Vaticano, encabezada por el cardenal Marc Ouellet (estuvo en Guanajuato en marzo como parte de la comitiva de Benedicto XVI), con copia de todo el expediente que incluye las opiniones de los obispos sobre nombres y perfiles.
Esta etapa es la que, según fuentes de la Nunciatura, está corriendo en este momento. No sé quiénes integran la terna ni ninguna fuente me lo confirma, pero los que más suenan son: Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla, sin duda el mencionado de más alto y respetado perfil, pues actualmente es presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), es decir, es líder de los obispos de México y América Latina; el segundo más mencionado es el vicepresidente de la CEM, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Rogelio Cabrera; y en tercer sitio, el obispo de Cuernavaca, Alfonso Cortés; aunque se ha hablado también de la posibilidad de un obispo norteño, regio preferentemente.
TERCERA ETAPA. La Prefectura para la Congregación de los Obispos asigna a un cardenal para revisar el caso, proceso que suele demorar al menos un mes, y éste ofrece un veredicto final al cardenal Ouellet, quien en su cita semanal con el Papa le hace una recomendación, que puede ser la del consenso de los obispos, la del nuncio, la de la Prefectura… y que en última instancia Benedicto XVI puede enmendar y tomar una decisión propia.
La expectativa es que antes de que termine este año haya nuevo cardenal en Monterrey.

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