Empresa

Viene la madre de todos los TLC’s
Alberto Barranco

Estamos hablando del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, lidereado por Estados Unidos, en el que caben nueve países con el común denominador de tener costas hacia el Océano Pacífico. El concierto original alcanza, además del país vecino, a Malasia, Australia, Vietnam, Singapur, Brunei, Nueva Zelanda, Chile y Perú. Además de México están solicitando su incorporación Japón y Canadá.
La alternativa se inscribe como uno de los acuerdos pactados entre los presidentes de Estados Unidos y nuestro país, lo que provocó su aceleración en la eventualidad de que Barack Obama no sea reelecto y Acción Nacional pierda el poder.
De concretarse la posibilidad, México enfrentaría un desacuerdo con China, país que sistemáticamente se ha negado a adherirse al llamado por sus siglas en inglés TPP.
Y aunque desde las cúpulas empresariales se está urgiendo a acelerar la firma, en paralelo a incluirse la exigencia de aprovechar la ruta en la agenda planteada a los candidatos a la Presidencia de la República, desde las bases, sobre todo las Cámaras industriales, hay dudas sobre su conveniencia.
La semilla del TPP se plantó en el Acuerdo de Cooperación Asia Pacífico (APEC) en el que si bien nuestro país ha participado activamente en sus reuniones a nivel de jefes de Estado y de Gobierno, y en su sección de promoción de negocios, las recomendaciones se han soslayado.
Dicho con todas las letras, el país no dio los pasos previos a lo que para Estados Unidos derivaría en una integración regional. Se diría, pues, que el país sale otra vez a la cancha internacional sin estrategia, sin competitividad, sin una política coherente de promoción y sin fortaleza de la planta productiva.
Nacidos para perder
De hecho, con excepción de Estados Unidos y Perú, frente a la mayoría de los países en línea del acuerdo mercantil tenemos una balanza comercial deficitaria.
En el caso de Chile, por ejemplo, pese al Tratado de Libre Comercio firmado y a la proximidad geográfica y cultural, el año pasado le vendimos mercancías por 2 mil 72 millones de dólares, pero le compramos otras por 2 mil 101.
El escenario más escandaloso se dio con Malasia, quien nos envió productos por cinco mil 616 millones de dólares, y nos compró sólo ¡124 millones!
Ahora que Singapur exportó al país mercancías por mil 185 millones de dólares e importó de México apenas la mitad de la cifra: 592 millones.
A su vez, Vietnam, reputado como una de las grandes potencias exportadoras, cuyo monto global alcanzó el año pasado 96 mil 906 millones de dólares, nos vendió mil 85 millones… y nos compró apenas 64.
En el caso de Nueva Zelanda el intercambio es simbólico. En el 2011 exportó al país 431 millones de dólares e importó mercancías nacionales por sólo 92.
Además de Chile, el escenario más equilibrado se dio con Australia quien nos vendió productos por 984 millones de dólares y nos compró otros por 895. Lo grave del caso es que la tradición del país es trocar el superávit que mantenía en la fase previa a la firma de un Acuerdo de Libre Comercio, por un déficit al ejercicio de éste.
De hecho, de los TLC’s vigentes con 44 países, de los 42 alcanzados, en sólo seis se mantienen ganancias para México. ¿Lanzamos las fanfarrias al vuelo por el TPP?
Balance general
Bajo el argumento de que su matriz, Mexicana de Aviación, le debe millones de pesos por concepto de derecho de uso de sus instalaciones cobrado a los pasajeros, el aeropuerto capitalino intentaba desalojar ayer, al término del contrato de arrendamiento de dos hangares, a la empresa MRO Servicios, filial de la línea aérea.
La maniobra la frustró la intervención del juez que lleva el concurso mercantil de la línea aérea, Felipe Consuelo Soto, alegando que la deuda está en la masa de éste, es decir no es susceptible de exigencia.
La firma de mantenimiento de Mexicana, única que ha seguido operando tras la suspensión de vuelos de ésta, no le debe un solo mes de renta a la terminal aérea.
Se trató, pues, de una zancadilla más con sello oficial para impedir que la empresa regrese a las pistas, en momento en que está por cerrarse el procedimiento tras la aprobación de una mayoría de acreedores de su proyecto de reestructura, por más que Banorte sigue en calidad de remiso.
Desdén al magnate
Colocada en la mesa una oferta de América Móvil, la firma internacional de Carlos Slim, para adquirir el 27.7% del grupo de telecomunicaciones KPN, hete aquí que éste desdeñó la oferta al considerarla demasiado baja. El precio planteado por el magnate era de tres mil 250 millones de euros.
La empresa contrató como asesores de la transacción a las corredurías Goldman Sachs y JP Morgan.
Peras por perones
Reclamada por las Cámaras de la Industria Textil y del Vestido a la candidata panista, Josefina Vázquez Mota, una acción enérgica contra el ingreso al país de productos subvaluados, es decir con precio inferior a su propio mercado, hete aquí que a la abanderada blanquiazul se le extravió el chip.
En su respuesta habló que de llegar a la Presidencia de la República emprendería una cruzada para impedir que los empresarios tengan que pelear con delincuentes.
La pelea, dijo, debe ser contra las empresas del exterior. Ahora que muchos de los asistentes pensaron que Vázquez Mota estaba reconociendo, al fin, que las aduanas están llenas de delincuentes que se hacen de la vista gorda. ¿O no?
Historia de éxito
Bajo la firma de Guillermo Chao Ebergenyi, acaba de aparecer un libro en el que se relata la odisea del Grupo Modelo para posicionar a la cerveza Corona en los mercados internacionales. Cobijada con la biografía de Valentín Diez Morodo, el hombre que realizó durante 25 años la tarea de abrir uno por uno los mercados en todo el planeta, la obra recupera una historia de éxito.
El texto habla de “la hazaña empresarial más grande que haya alcanzado un producto, un empresario y una empresa mexicana”.

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