Inversión ambiciosa de la Federación de EU para crear talentos

Con el impulso brindado por el Mundial de 1994, el vecino del norte decidió crecer en el futbol y surgieron nuevas promesas que hoy en día se apuntalan en una academia con presupuesto de 30 millones de dólares
Tim Howard gozaba al escuchar ese rugir del público cuando retacaba un balón en el aro. Hace una década que se convertía en campeón estatal de basquetbol con la preparatoria de North Brunswick, de Nueva Jersey, y hoy hace gritar a los aficionados con atajadas bajo los tres palos.

Las cosas cambiaron radicalmente, porque el arquero estadounidense de 26 años de edad también practicaba futbol en aquel entonces, y fue parte de una concentración permanente para jóvenes de menos de 17 años, en un complejo para soccer en Bradenton, Florida, de cara al Mundial Sub-17 de Ecuador. De aquella selección de adolescentes destacan ya en estos días en el equipo grande Oguchi Onyewu; DaMarcus Beasley, Bobby Convey, Michael Bradley, Landon Donovan y Eddie Johnson, entre otros.

Pero si un programa de desarrollo relativamente pequeño catapultó a los estadounidenses a ser líderes de la zona de Concacaf, la visión que tienen para un futuro cercano debería preocupar a más de uno al sur de la frontera.

Un año tiene de haber sido creada la Academia de Desarrollo de la US Soccer Federation, la cual arrancó con 122 clubes en todo Estados Unidos, en los que entrenan 2 mil 440 niños y jóvenes bajo la tutela de 244 entrenadores; en 2007 sostuvieron casi mil 500 partidos.

“Esto apenas empieza, pero actualmente es el principal reto que tiene US Soccer, llegar a captar esos talentos que hay hasta en las comunidades más marginadas; queremos ir a todos los estratos sociales, a las minorías, así que tenemos mucho trabajo por hacer”, comentó el director técnico de la selección mayor, Bob Bradley.

El trabajo se hace en equipo y pese a la desaceleración que ahora enfrenta el país, la verdad es que el dinero no es un asunto que por ahora preocupe al soccer.

Arriba de 30 millones de billetes verdes del presupuesto que tiene la US Soccer son destinados a la captación y desarrollo de talentos, en periodos de dos años, tras los cuales se realizan evaluaciones. De esta cantidad, unos 15 millones de dólares van directamente para la detección de los “diamantes” que habrá de pulir (aquí se invierte también en la capacitación de entrenadores); 13 millones de dólares van para infraestructura y un par para otras iniciativas. No obstante, a estas cifras se le suman los apoyos que vienen de la iniciativa privada y otras instancias, los cuales son considerables.

Por ejemplo, para la creación del Centro de Entrenamiento Nacional en el Home Depot Center (Carson, California) donde se concentran desde los seleccionados nacionales de menos de 14 años, hasta los mayores, la US Soccer aportó sólo 6 millones de los 140 millones de dólares que costó todo el complejo deportivo, el cual también incluye instalaciones para otras disciplinas como el tenis, con la Academia de Pete Sampras.

Lo mismo hicieron para el complejo de Frisco, Texas, el segundo en importancia a nivel nacional, pues el organismo rector del futbol estadounidense sólo aportó 5 millones, por ello es que el presupuesto para el material humano vaya que rinde.

“Lo que queremos hacer con esto es que nuestros chicos se formen en un ambiente en el que despierten pensando en el soccer y lo respiren durante todo el día”, apuntó Sunil Gulati, presidente de la US Soccer. “Hay cosas que debemos imitarle a países como Argentina o Brasil, en cuanto a desarrollo se refiere”.

Asimismo, existe la Fundación US Soccer, creada después del Mundial de 1994 para administrar las ganancias que habría de generar el futbol después de aquella justa; en la última década, ha invertido cerca de 50 millones de dólares en la construcción de campos públicos en EU. Actualmente todos los estados tienen al menos un campo que fue apoyado para su construcción por esta asociación, la cual basa también mucho de su éxito en las donaciones de la iniciativa privada.

“El desarrollo de campos para las comunidades con menos recursos ha sido una prioridad para nosotros”, dijo Bradley, quien es padre de Michael, miembro de aquellos jóvenes de Bradenton y que ahora encabezan a la selección mayor.

Mientras tanto, el guardameta Tim Howard juega actualmente para el Everton de la Liga Premier; en 2003, el Manchester United pagó por él 4 millones de dólares al MetroStars de la MLS (hoy Red Bulls de Nueva York) y es ahora el arquero titular de la selección.

Él, como muchos otros, rechazó en su momento la ilusión de brillar en alguna de las ligas clásicas de Estados Unidos: NBA (basquetbol), NFL (futbol americano), NHL (hockey) o MLB (beisbol). El arquero representa a una generación que no tuvo ni una pizca de los apoyos que ahora se tienen para el llamado soccer, quizá por ello, el límite actual de cara a las futuras selecciones nacionales de Estados Unidos sea el cielo.

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