Reconoce OCDE proyecto mexicano

En México alrededor de 82 millones de mexicanos no tienen acceso a Tecnologías de la Información, aunado a un serio problema educativo en donde tres cuartas parte de los niños que ingresan a primaria no se gradúan del bachillerato.

Para cambiar esta situación, jóvenes emprendedores mexicanos diseñaron un proyecto que reduce la brecha digital y por su efectividad ha sido reconocido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Desde su fundación en 2008 la Red de Innovación y Aprendizaje (RIA) ha creado 70 centros de educación ubicados en 34 municipios de escasos recursos en el Estado de México, donde los usuarios tienen acceso gratuito a herramientas educativas y tecnologías de la información.

El programa de inclusión digital permite a las personas lograr un dominio de las herramientas básicas en 72 horas mediante tres cursos: «Acércate a la compu»; «Acércate a internet»; y «Acércate a Office». Al respecto Aleph Molinari, presidente de la Fundación Proacceso ECO, operadora y administradora de RIA, explicó, «con ello las personas ya empiezan a tener una adaptación de la tecnología en sus vidas, revisan su correo, pueden hacer llamadas por internet, y es el comienzo para empezar a adquirir otros recursos educativos».

Gracias al apoyo del gobierno del Estado de México, a través del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología, en el primer año se construyeron 10 centros, donde la meta inicial fue llegar a 50 mil usuarios, siendo superada en más de 10 mil personas, lo cual facilitó la entrega de fondos a nivel federal, estatal y municipal para crecer la red a la cual se han acercado más de 250 mil usuarios, de los cuales más de 70 mil se han graduado de los cursos formando una comunidad física y virtual.

«Tenemos contenido para todo tipo de personas y perfiles para que utilicen la tecnología en lo que más necesiten, pero la mayoría de los usuarios tienen menos de 25 años, a los que más nos enfocamos tienen entre 6 y 18 años, pero vemos también muy importante la inclusión de los padres de familia, en particular de las madres, porque cada vez que una madre se integra al uso de estas tecnologías se fomenta una relación interfamiliar interesante, ayudan al hijo a hacer la tarea o pueden hablar con su esposo que está en Estados Unidos», explicó Molinari.

Entre las innovaciones de estos centros se cuenta con el programa Expedición RIA, donde a través de videojuegos educativos los niños toman clases de lectura, computación y matemáticas, además para su construcción, su arquitectura utiliza materiales reciclados y reciclables para reducir su impacto ambiental y para poder pagar la última generación en tecnología.

El proyecto fue presentado en la conferencia «Inclusión Digital, Empoderamiento Económico e Igualdad», con motivo de la Semana de la OCDE, «fue un gran honor que nos hayan invitado, es uno de los foros de más alto nivel dentro del contexto de política y economía mundial, y nuestro modelo del uso de tecnología para la educación, que está teniendo mucho impacto y que fue creado por mexicanos y para mexicanos, está siendo observado en el contexto internacional como algo a seguir», dijo el emprendedor.

Los planes para RIA son llegar a escala nacional para el 2014 con 450 centros. En 2012 se añadirán 60 Bibliotecas Digitales con innovaciones como el uso de tabletas. «Hoy en día cinco de cada siete habitantes en el Estado de México tiene una red a menos de cinco kilómetros y nos gustaría lograr algo similar a la escala nacional».

El método para elegir la ubicación de los nuevos centros será el mismo utilizado en el pasado, encontrar las comunidades donde la brecha digital sea más importante mediante un estudio urbano donde se analizan factores como densidad de población, nivel de escolaridad y vías de comunicación.

Para seguir creciendo los impulsores de RIA señalan que será necesario un proceso de financiación mixta entre la iniciativa privada, las organizaciones sin ánimo de lucro y el Estado, «la primera puede aportar sus conocimientos para reducir costos, la segunda, mantener el objetivo de bienestar social y el tercero, proveer de los fondos necesarios para llevar el proyecto a cabo».

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