Los disturbios en Tepito —que derivaron en saqueo de comercios y ataques a particulares en sus vehículos y usuarios de transporte público— fueron respuesta a las acciones policiacas; son actos de vandalismo de jóvenes del barrio bravo, que rechazan a la autoridad tras recuperar artículos robados, dijeron autoridades judiciales y expertos en seguridad.
La Procuraduría descartó que se trate de acciones ligadas al crimen organizado o de un movimiento creado para causar inestabilidad social.
El procurador Jesús Rodríguez Almeida informó que continúan las indagatorias sobre los desmanes del miércoles y hoy se determinará la situación jurídica de 23 detenidos.
También se trabaja para ubicar a dos individuos que fueron captados apuntando con pistolas disparando a los policías. En tanto que continúa la presentación de quejas de particulares afectados por los saqueos.
La PGJDF analiza imputarles el delito de sabotaje a los detenidos, bajo la tesis de que hubo ataques a la paz pública, daños al bien público, bloqueo a vías de comunicación, lesiones, robo en su modalidad de saqueo y resistencia a particulares.
Ilegalidad tolerada
La policía actuó en tiempo y con legalidad en el caso de Tepito, afirmó el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Manuel Mondragón, luego de comentar que el conflicto con los jóvenes “truhanes” de ese barrio se resolvió en tres horas, diferente a otros países donde conflictos de este tipo duran varios días.
“El problema de Tepito tiene una causalidad múltiple de orden social, de orden cultural que tiene décadas y que alguna vez tendrá que analizarse y resolverse porque no es un problema de policía; va más allá de una circunstancia policial”, dijo.
René Jiménez Ornelas, investigador titular del Instituto de Investigaciones Sociales y coordinador de análisis sobre violencia de la UNAM, manifestó que esa forma violenta de reaccionar ha sido característica en el barrio de Tepito.
Luis de la Barreda Solórzano, director del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad, consideró que lo sucedido es consecuencia de tolerar por años ilegalidades en esa zona, donde varios de sus habitantes están inmiscuidos en actividades irregulares y ahora repudian a las autoridades.
Gustavo Fondevila, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, y Vicente Fernández, académico del Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus ciudad de México, coincidieron en que Tepito es una zona tolerada o liberada desde hace más de 30 años, donde las autoridades saben perfectamente qué sucede ahí.