Empresa

Televisa y Iusacell van al amparo
Alberto Barranco

El texto plantearía la aceptación de la resolución, es decir el sí a la concentración, pero objetando las cláusulas restrictivas a las que previamente se habían calificado de “duras, complejas e inequitativas”.
De entrada, se señalará que la condicionante de colocar en la mesa una licitación para una tercera cadena de televisión abierta en 24 meses está fuera de su responsabilidad, dado que el procedimiento lo maneja el gobierno federal.
Más aún, de acuerdo a lo señalado por la Comisión Federal de Telecomunicaciones, las frecuencias de televisión digital que se concesionarían no necesariamente implican la posibilidad de otra cadena, dado que se podrían integrar en planos regionales.
Como usted sabe, de acuerdo a las reglas fijadas por la Comisión Federal de Competencia, de no darse el escenario ésta determinaría un mecanismo de disolución de la sociedad entre Televisa y Iusacell.
El documento en que se plantea la resolución tiene 600 páginas.
Las firmas objetan, además, el requisito de que la empresa Total Play, es decir quien operaría para ofrecer servicio de banda ancha, telefonía móvil e internet, en competencia contra Telcel, deje de ser parte del grupo Televisa, en afán de evitar colusión con su filial Cablevisión, condición a la que se califica de contradictoria.
Adicionalmente, se señala que la cláusula en que se exige no discriminar en materia de ventas de publicidad es innecesaria, dado que el principal negocio de las televisoras es, justo, la venta de sus espacios.
Dicho con todas las letras, si Teléfonos de México, Telcel y la cadena MVS no se anuncian es porque no llegaron a un acuerdo con las condiciones de las televisoras.
En síntesis, sí a la resolución; no a algunas de las condiciones, señalándose que el escenario en tal caso es inequitativo al no colocarse candados similares a Teléfonos de México, aprovechando la coyuntura que abrió la cancelación de la multa de casi 12 mil millones de pesos impuesta a su filial Telcel por reincidencia en prácticas monopólicas.
Lo cierto es que en previsión de las objeciones de las firmas, la Comisión Federal de Competencia anexó a la información sobre el resultado de su deliberación de cara al recurso de reconsideración planteado por éstas frente a la objeción inicial a la concentración, un acuerdo entre las Secretarías de Hacienda y Comunicaciones y Transportes para definir el plazo para lanzar la licitación para el espectro de televisión digital.
La convocatoria se publicaría a más tardar el 30 de noviembre, es decir el último día del sexenio.
Más aún, la sesión en que se analizó el recurso de reconsideración de Televisa y Iusacell coincidió, justo, con aquella en la que la Comisión Federal de Telecomunicaciones decidió abrir la subasta de frecuencias.
Y lo cierto, además, es que el mismo día en que se hizo pública la resolución el presidente del organismo, Eduardo Pérez Motta, convocó a una rueda de prensa para exhortar al magnate Carlos Slim a cumplir con las condiciones impuestas para tener derecho al cuádruple play, es decir añadir a su canasta el servicio de video.
La paradoja del caso es que mientras los analistas hablan de condiciones light para las firmas, éstas hablan de rudeza excesiva de la autoridad antimonopólica.
Por lo pronto, mientras se desahoga el procedimiento jurídico, con opción de rebotar hasta la Suprema Corte de Justicia, se congela la inversión de mil 600 millones de dólares que ofreció Televisa para asumir la mitad del capital de Iusacell.
Más aún, la inversión en infraestructura, cuyo monto sería más o menos idéntico, se mantendrá también en el impasse.
Otro capítulo en materia de telecomunicaciones que se va a los tribunales.
Balance general
Otra empresa que recurrió al amparo contra una resolución de la Comisión Federal de Competencia es Cementos Mexicanos, en este caso contra el rechazo a su recurso de reconsideración que dejó en firme una multa de 10.2 millones de pesos por una práctica monopólica relativa.
El asunto se remite al caso “Mary Nour”, el barco-silo griego de bandera panameña que buscó infructuosamente abrir una ruta para importar cemento ruso al país con una carga inicial de 27 mil toneladas que jamás pudo descargar.
De acuerdo al expediente de la dependencia, la firma encabezada por Lorenzo Zambrano le colocó mil obstáculos a la posibilidad de competencia, empezando por impedir que la Cámara Nacional de la Industria Cementera reconociera a la empresa importadora como tal.
El principal alegato de la cementera hegemónica hablaba de que la estancia permanente del “Mary Nour” en un canal navegable del río Pánuco impediría el paso de sus navíos hacia sus terminales en Veracruz.
El barco de la discordia se quedó anclado frente a las costas de Tampico… con una carga adicional de multas impuestas por las autoridades aduanales y hacendarias.
Magnate petrolero
Más allá de sus apuestas en países europeos para extender el alcance de su empresa internacional, América Móvil, el magnate Carlos Slim acaba de dar la sorpresa al adquirir un paquete accionario de la empresa petrolera argentina YPF.
Estamos hablando, lo adivinó usted, de la compañía que nacionalizó recientemente el gobierno del país del cono sur, arrebatándole el control a la española Repsol.
La entrada de Slim, sin embargo, llegó de carambola, al cubrirse en especie un préstamo sindicado en el que había participado el banco Inbursa.
El gobierno argentino, pues, no pudo cubrir el débito.
La participación del empresario mexicano alcanza el 8.4% del capital.
Gil Díaz se queda
A contrapelo de las versiones que lo ubicaban fuera del país en los próximos meses, el presidente de la Telefónica México, Francisco Gil Díaz, no tiene planes para dejar el cargo.
De hecho, su tarea principal es consolidar la alianza con Iusacell para compartir infraestructura en afán de abrir el escenario a telefonía móvil de cuarta generación.
El exsecretario de Hacienda consolidó el segundo lugar en el mercado de Movistar.
Reglas son reglas
Hete aquí que al acudir a una reunión con el grupo de empresarios medianos integrados en Diálogo México, al candidato del Movimiento Progresista para la jefatura de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, se le olvidó un pequeño detalle: las reglas de ingreso al Club de Industriales, sede del cónclave, obligan a usar saco y corbata.
El problema lo arregló el presidente del organismo, José Carral, al facilitarle las dos prendas requeridas por la etiqueta.
Ahora que al calce iba un recadito: “Tienen V… de vuelta”.

¡Comparte la nota!