Diputada federal del PT asume compromiso con organizaciones campesinas que denuncian corrupción

Luis Ruiz/ASICH

Dando una muestra de civilidad política siendo una mujer tojolabal, la diputada federal por el distrito de Comitán, María Roselia Jiménez Pérez puso el ejemplo a sus compañeros diputados del congreso de la Unión, al conocer de frente la grave problemática que padecen las organizaciones campesinas.
Llegó al congreso del estado con la espada desenvainada, donde presidió la «reunión informativa para el desarrollo de proyectos productivos», con todos los dirigentes, y de paso se trajo a dos funcionarios de México, entre ellos a Ignacio Gómez, director adjunto de enlace del Congreso de la Unión.
Sacó de sus madrigueras a las diputadas locales Patricia Ruíz Vilchis, del distrito de la Frailesca y Eduviges Cabañez del distrito de Palenque.
Uno a uno, los líderes, fueron hablando de la cerrazón de las dependencias del gobierno, tanto federal y estatal para resolver la problemática de los productores.
Gris el Jiménez Mazariegos, de la UPROCAM llamó desgraciados a varios funcionarios que le quitan la mitad a los campesinos; la corrupción todavía se práctica en todas las dependencias, no ha cambiado nada, está peor que antes, subrayó.
Problemas de pesca, de ganado, café, caña y lo que es peor, el programa sembrando vidas, que sólo lo ven los campesinos en la televisión, pero en Chiapas no hay nada de eso; el programa sembrando vidas es una fantasía del gobierno federal, reiteró el dirigente campesino.
La diputada María Roselia se comprometió a que juntos con las organizaciones van a resolver todos los temas pendientes, porque ahora como diputada federal, ya puede abrir las puertas de las dependencias para ser atendida, no como antes que se la cerraban cuando dirigía una organización allá en la zona Fronteriza. Ahora puede gestionar y orillar a funcionarios a resolver los problemas de los campesinos y mujeres de Chiapas. ASICH

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