Desde piso de remates

Genera CFC polémica al aprobar la alianza Iusacell-Televisa
Maricarmen Cortés

Como era de esperarse, la decisión de la CFC, que preside Eduardo Pérez Motta, de aprobar la concentración de Iusacell y Televisa, generó ayer una fuerte polémica.
Aunque la asociación con Televisa es exclusivamente en Iusacell, el gran temor de los comisionados y de todos los críticos del “duopolio televiso” es que hubiera colusión entre TV Azteca y Televisa en mercados. Sin embargo sólo Miguel Flores Bernés votó en contra en el Pleno de la CFC.
Quienes critican la resolución de la CFC aseguran que los compromisos asumidos por Televisa e Iusacell son mínimos y que no hay garantía de que no se coludirán. Sin embargo, si la concentración hubiera sido rechazada tampoco habría garantías de no colusión y sí se hubiera registrado una larga batalla jurídica sumamente costosa tanto para las empresas como para la CFC que ya de por sí enfrenta múltiples litigios.
Era difícil también justificar que por un lado la CFC hubiera perdonado la mega multa por 11 mil 989 millones de pesos a América Móvil de Carlos Slim Helú con 5 compromisos, y que no hubiera seguido el mismo camino con Televisa-Iusacell.
Los compromisos que fijó la CFC son en verdad importantes y el no cumplimiento por parte de las empresas puede llevar a sanciones muy severas de hasta el 10% de sus ventas totales, pero también a la disolución de la sociedad Televisa-Iusacell y hasta a obligarlas a vender alguno de los canales que hoy tienen.
De hecho Luis Niño de Rivera, de TV Azteca, calificó de “onerosos” los compromisos que exige la CFC y aseguró que analizarán a fondo la resolución antes de decidir si la impugnarán.
Por su parte, Televisa, cuyas acciones subieron ayer en la BMV, fue más cautelosa y aunque también informó que la analizará a detenimiento se prevé que presentará aclaraciones pero no recurrirá a la impugnación.
SUJETO A ÉXITO DE 3ª CADENA
Lo que sorprendió es que la CFC condicionó su autorización a la licitación de una tercera cadena de televisión abierta. El comunicado oficial de la CFC señala que si en 24 meses después de publicar las bases “no se ha realizado exitosamente” la licitación de una 3ª cadena de televisión abierta, se detonará el mecanismo de disolución de la sociedad y una de las dos empresas tendrá que vender su participación al otro.
Sorprende porque las licitaciones públicas las realiza el gobierno federal y por lo tanto, su éxito o su fracaso, no pueden estar sujetos de ninguna manera a lo que hagan o dejen de hacer las empresas privadas.
Sin embargo, hay una amplia serie de atenuantes y el castigo sólo aplicará cuando Televisa o Iusacell pretendan descarrilar jurídicamente la licitación de frecuencias de tv abierta. Y se dice fácil pero hay que recordar que Grupo Salinas presentó más de 90 amparos en contra de la licitación 21 que ganó Nextel originalmente con Televisa que posteriormente y ante la incertidumbre jurídica rompió las negociaciones para después asociarse al 50% con Iusacell contra la licitación que si la CFC detecta que recurrieron a terceros, estaría obligada a vender a un tercero un canal de cobertura nacional.
Es decir que no habrá ninguna sanción a Televisa y TV Azteca, si la licitación se llegara a declarar desierta por parte de la Cofetel, si algún postor es descalificado por la SCHP por problemas fiscales, o si en lugar de un solo grupo y de una cadena nacional hay dos o tres cadenas regionales,
Sorprende también el acuerdo al que llegaron Cofetel, CFC, SCT y la SCHP para publicar las bases de licitación a más tardar el próximo 30 de noviembre último día hábil del sexenio, en lo que constituye un candado para el próximo gobierno que no podría ya cambiar las bases sin exponerse a litigios por parte de los interesados.
TERMINAN VENTAS ATADAS Y DISCRIMINACIÓN PUBLICITARIA
Las otras condiciones de la CFC son también importantes porque TV Azteca y Televisa estarán obligadas a vender espacios publicitarios a cualquier empresa de telecomunicaciones en condiciones de mercado. La interrogante es si Telcel y Telmex regresarán a anunciarse en tv abierta aunque la guerra con las televisoras no es realmente por cuestión de tarifas .
Además, se prohíben las ventas atadas y para regocijo de Dish y Telmex, se tendrá que realizar por separado la venta de contenidos de tv abierta y restringida aunque sí tendrán que pagar por ellos.
Finalmente se deja fuera a Total Play y se obliga a Iusacell a llevar una administración separada. Sus directivos deben estar desligados de la administración de cualquier otra empresa de Televisa y de Grupo Salinas y tampoco deben estar involucrados en el negocio de televisión abierta o restringida.

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