Consummatum est. /Alberto González Martínez

La imposición de candidatos de MoReNa, en múltiples municipios de Chiapas, ha sido consumada por la dirigencia nacional de ese partido que velozmente se corrompió.

En Tapachula, donde las encuestas favorecían a Isidro Ovando, finalmente fue impuesto Yamil Melgar por decisión de Rutilio Escandón.

Todo parece formar parte de un rebuscado plan con maña para ceder un importante porcentaje de alcaldías chiapanecas al partido verde oportunista.

En el forcejeo por respetar los resultados de las encuestas, Claudia Sheinbaum y Citlalli Hernández lucharon por seleccionar a candidatos bien vistos por la población pero sucumbieron ante el bloque conformado por Mario Delgado, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, que en todo momento respaldaron las imposiciones de Rutilio Escandón.

La imposición ha sido consumada y el Plan C, que tanto impulsara Andrés Manuel López Obrador, se encuentra en peligro en muchos municipios chiapanecos donde la gente se siente agraviada por los dedazos perpetrados.

Con total irresponsabilidad y falta de patriotismo, el bloque nacional que operó las imposiciones sigue actuando a la vieja usanza priísta de las concertacesiones para mantener poder, político y económico, en Chiapas.

El primer domingo de junio veremos si nuestra gente agacha la cabeza y vota por candidatos antipopulares o se atreve a anular su voto o a elegir al candidato menos peor de cuantos aparezcan en la papeleta.

En calidad de mientras, la imposición de un candidato antipático, de sangre pesada, en Tapachula, le ha restado muchos puntos porcentuales a MoReNa y se los ha sumado al verde oportunista.

Empero, quienes hacen cuentas alegres, ya se frotan las manitas con el enclenque argumento de que «el verde es aliado de MoReNa».

Se cumple, una vez más, la vieja sentencia de que «el pueblo vota, pero no elige».

Tres años malos vienen para Tapachula.

¡Comparte la nota!