*Si la mente está ocupada en pensamientos positivos es más difícil que el cuerpo se enferme
ASICH
Ante la contingencia sanitaria que estamos viviendo, puede ayudarnos como sociedad el mantener los horarios de sueño habitual, no sobre exponerse a noticias de la pandemia y sobre todo consultar fuentes confiables, proponerse aprender algo nuevo, sobre todo que en la internet hay muchas posibilidades de hacerlo, establecer rutina de ejercicio físico, ocuparse de los niños, ocuparlos y responderles a sus interrogantes, sostuvo el psicólogo Carlos Hiram Culebro Sosa.
Entrevistado, el catedrático del cuerpo académico de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, sostuvo que en tanto dure la pandemia las personas deberán de tomar una actitud flexible ante la situación, adecuándonos a las circunstancias.
Hay que mantenerse en pensamientos positivos porque si la mente está ocupada en éstos, es más difícil que el cuerpo se enferme, aseveró el también especialista en el tema de las adicciones.
En contexto, enfático dijo que el mejor consejo para sobrellevar la cuarentena por la contingencia sanitaria, es atender las emociones y los pensamientos que pudiéramos llegar a tener en esta pandemia, la cual pareciera fantasía tomada de una novela terrorífica, pero lamentablemente es cierta.
Con relación a las emociones y pensamientos recurrentes ante situación como la que estamos viviendo, el primero es el miedo a perder la salud, la vida, los insumos básicos en estas circunstancias, lo cual da origen a pensamientos, como esto me puede pasar a mí o puedo contagiar a mi familia.
También puede darse situaciones de frustración, sobre todo que ésta es producto de un obstáculo ante una meta establecida. La frustración es ante la sensación de que está ocurriendo algo inesperado que no nos deja hacer nuestra vida habitual. En tanto, el pensamiento de que no puedo hacer lo que hago siempre o quiero salir y no puedo hacerlo.
Inclusive, el enojo también es una emoción que está ocurriendo al percibirse todo esto como algo injusto, porque da origen al pensamiento de que el gobierno debiera de actuar de manera más inteligente, o bien el enojo porque otros no están respetando la cuarentena y pueden llegar a contagiarnos.
Asimismo, el aburrimiento al aislado de la vida cotidiana, de nuestra vida social, lo que origina pensamiento de ahora qué hago, cuándo voy a poder salir a divertirme.
También, la tristeza por el aislamiento, por estar escuchando noticias negativas de cómo va evolucionando la pandemia, lo que da origen al pensamiento de que no tengo ganas de hacer nada.
Todas las emociones enlistadas dan origen, además de los pensamientos ya mencionados, a negar la realidad, llegar al mecanismo de defensa como decir no pasa nada, están exagerando y tomar actitudes riesgosas; el otro pensamiento contrario es decir que esto es catastrófico, estamos desprotegidos, y esto puede llegar a paralizar a las personas, como cuando alguien se acerca a un oso, por la cercanía del peligro.
Otro pensamiento que puede dar origen a una actitud recurrente como el debo aprovechar el tiempo para hacer todo lo que tengo pendiente, lo cual tampoco es recomendable porque el sujeto puede llegar a caer en estado de hiperactividad. ASICH